Por Emma Rodríguez © 2014 / A Carmen Martín Gaite le gustaba meter los fragmentos de su vida en sus “Cuadernos de todo”, cuadernos de variadas formas y colores que llenaba de palabras, de garabatos, de recortes. Le gustaba dar cuenta de los días que iba pisando, del transcurrir del tiempo, porque tal vez esa le parecía la mejor manera de que nada se le escapase sin haberse detenido en sus alrededores. A Carmen Martín Gaite le gustaba apresar el ritmo lento, pausado, de sus reflexiones, y tirar de ese hilo como si sostuviera una cometa…
