Por Emma Rodríguez © 2018 / La historia del silenciamiento de las mujeres, de la desigualdad entre los sexos, arranca de muy atrás. Los prejuicios son tan antiguos y están tan pegados a la conciencia colectiva, tan arraigados en la cultura de los pueblos, que resulta difícil encontrar relatos capaces de crear rupturas, cambios perdurables. Los estereotipos, las imágenes repetidas, el lenguaje sexista utilizado generación tras generación, actúan como velos, impiden identificar el fondo de las conductas para poder hacerles frente, desarticularlas (…) pese a todo ello, al menos en los países occidentales, podemos percibir que el feminismo es un movimiento imparable…
