Por Emma Rodríguez © 2016 / No había olvidado a Dorothy Parker desde que la descubrí a través de dos volúmenes de cuentos que la editorial Versal publicó en España a finales de los ochenta. No recuerdo exactamente cómo llegaron a mis manos, pero sí que desde entonces han ocupado un lugar privilegiado entre mis libros. No había olvidado el impacto que aquellos relatos agridulces, en apariencia frívolos, ingeniosos, divertidos, pero en el fondo muy tristes y desasosegantes, despertaron en mí…
