Emma Rodríguez © 2022 / “Habría sobrevivido sin ser escritora. Pero no estoy segura de que hubiera sido feliz”, escribe Leila Slimani al final de El perfume de las flores de noche, un libro tan sugerente como su título. He empezado por la última frase de la entrega, algo en mi caso inusual, porque en ella creo ver el sentido de todo el recorrido, una búsqueda, un avanzar a ciegas al encuentro de las raíces, de los nutrientes, de la forja de una vocación, de una manera de ser y de sentir. A través de motivaciones diversas, de inspiraciones, de recuerdos, la escritora de origen marroquí, va tanteando en sus interiores, en sus pasadizos profundos…
