Por Emma Rodríguez © 2014 /
Cuando António Lobo Antunes (Lisboa, 1942) participó en la guerra de Angola se dedicaba a enviar cartas, cartas en las que hablaba de muchas cosas y que nacían de su necesidad de comunicar que estaba vivo. Para el escritor portugués las novelas que escribe también parten de ese deseo. Lo que hace es ponerse junto al lector y decirle: “estoy aquí, contigo, delante de este misterio que no comprendemos, un misterio que nos sobrepasa y que, como decía Lorca, nos hace vivir”. Así me lo contaba en una conversación que mantuvimos con motivo de la publicación de “El archipiélago del insomnio”…
