Por Emma Rodríguez © 2016 /Últimamente me gusta viajar, en compañía de un libro, a lugares que nada tienen que ver con mis espacios cotidianos, habituales. Sin pensarlo demasiado, me veo eligiendo lecturas que me permiten olvidarme de las cercanías, de los ruidos, de las noticias repetidas y asfixiantes. Alejarse de la actualidad, resistir a su acoso, no es tan difícil como parece. Sólo necesitamos una lectura en la que sumergirnos, tiempo por delante y un espacio de calma. Siempre tengo esto muy presente, pero la convicción de la enorme suerte que tenemos todos los que disfrutamos de la lectura, se acentuó mientras pasaba las páginas de Mis años grizzly. En busca de la naturaleza salvaje, de Doug Peacock…
